Se llama María, es la alumna con más nota en Selectividad y se ve de opositora: "La pandemia ha sido un miedo añadido"

María Añibarro, estudiante del Colegio Educare Valdefuentes de Madrid.
María Añibarro, estudiante del Colegio Educare Valdefuentes de Madrid.
EFE/Zipi
María Añibarro, estudiante del Colegio Educare Valdefuentes de Madrid.
María Añibarro, estudiante del Colegio Educare Valdefuentes de Madrid.
ATLAS / EFE

"Agradecida y desconcertada". Esta es la mezcla de sentimientos que tiene María Añibarro tras recibir la noticia de haber obtenido la máxima nota en la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). María es una estudiante del colegio Educare Valdefuentes de Sanchinarro (Hortaleza) que, junto a Roberto Mulas, un alumno del instituto público Valle Inclán de Torrejón de Ardoz, han sido los dos alumnos que han obtenido la mejor nota de la EBAU en la Comunidad de Madrid

Para María, como para el resto de estudiantes de su promoción -y la del año anterior- que se han enfrentado a las pruebas de acceso a la universidad, este último curso ha sido "desconcertante", según resume la joven en una entrevista con 20minutos. "Ha sido un año muy diferente, porque a toda la presión y los nervios que tienes acumulados por la EBAU, se ha sumado la pandemia", explica la estudiante, que cursó el bachillerato de Ciencias Sociales. 

De hecho, según asegura, la pandemia ha hecho difícil en muchos momentos, y en especial, durante la recta final, contar con el apoyo emocional de amigos y familiares. "No solo era estudiar, sino que los ratos libres no puedes disfrutarlos con tus amigos, o lo tienes que hacer con especial cuidado" para no coger el coronavirus, matiza la joven. 

Una carrera de obstáculos

En ese sentido, el estudio y el estrés propios de enfrentarse a un período de exámenes como la antes llamada 'selectividad', se suma la covid-19, que ella misma califica como un "miedo añadido". Tal como recuerda la propia estudiante, tener coronavirus impedía asistir a realizar esta prueba que, en su caso, tuvo lugar en la Universidad Autónoma de Madrid. Pero a los alumnos como ella no solo les preocupaba coger el covid, sino también que algún contacto cercano pudiese tenerlo. "Tenías que estar en los últimos días diciendo a tu alrededor 'cuidado, por favor' o 'no vengas aquí', y eso también era un agobio", subraya la estudiante.  

Además, conocer las notas ha supuesto un auténtico respiro tras un curso académico caracterizado por la semipresencialidad. Según explica la joven de 17 años a 20minutos, desde su punto de vista, esto "no solo dificultaba, sino que también ralentizaba" la dinámica del curso. Asegura que incluso llegó a pensar que "no daba tiempo a terminar el temario", y esa incertidumbre suponía un nuevo factor de presión. 

Con mascarilla y cumpliendo el protocolo covid-19

En esta convocatoria, los nervios de los alumnos tuvieron que conjugarse con el uso de mascarillas durante todas las pruebas. María recuerda que "en el examen de 'Mates' estaba medio mareada" por el calor y la mascarilla, hasta el punto que creyó que no podría acabar el examen. "Pero al final, más o menos... salió bien", bromea la joven, pues el resultado final de todo ese esfuerzo fue la máxima nota que podía obtener. 

¿Lo que más le costó?: Adaptar el tiempo. Sobre todo en los exámenes de Matemáticas y Economía, en los que los ejercicios, "más que ser difíciles en sí", explica la joven, "requieren de muchas cuentas" y es importante "que no se te vaya ni un número". Esto implicaba para ella tener que elegir entre repasar o continuar directamente con el siguiente ejercicio. Por contra, el que más fácil le pareció fue el de Historia, porque aunque "estudiarlo no es tan fácil, si te lo sabes, lo único que tienes que hacer es escribir", relata. 

Tiene claro que quiere opositar

Su futuro a corto plazo es "descansar y estar con la gente" con la que, por las circunstancias, no ha podido compartir todos los momentos que deseaba. Pero el próximo curso espera poder estudiar Derecho o el doble grado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas (ADE) en la Universidad Autónoma de Madrid. Además, al menos por ahora, tiene claro que quiere opositar.

Superada esta situación de estrés, María quiere lanzar un mensaje de aliento "para las próximas generaciones que hagan la EBAU: Es un examen más, y llegas mucho mejor con esfuerzo y calma que con nervios", dice la estudiante. "Si lo has trabajado durante todo el año, es lo mismo que has estado haciendo todo el rato", concluye. 

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